El diseño para las oficinas de la empresa Anónimo respondió a la necesidad de adaptar una antigua casona de la ciudad de México a la complejidad y dinamismo programático de una joven agencia de publicidad. La prioridad de la intervención fue respetar los elementos característicos y la integridad patrimonial de la estructura existente sin sacrificar los requerimientos espaciales necesarios para el adecuado funcionamiento de la agencia.
El resultado es un entorno en el que la simultaneidad de elementos aparentemente antagónicos genera una experiencia espacial donde lo nuevo y lo viejo coexisten de manera armónica y respetuosa. Como los nuevos elementos forman una suerte de lienzo o telón de fondo que le permite a la arquitectura original expresarse con mayor fuerza y claridad, se privilegiaron las superficies lisas y los colores claros, los cuales establecen un marcado contraste respecto de la gran carga decorativa de los elementos existentes.
En términos constructivos, todos los elementos originales de la casa fueron cuidadosamente restaurados bajo estricta supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia, mientras que los nuevos se integraron y ensamblaron de forma meticulosa para no vulnerar la estructura existente. Gracias a esta aproximación, la casa puede recuperar su estado original sin complicaciones significativas o consecuencias nocivas.