El esquema espacial de las oficinas corporativas de la empresa PLANECO, ubicadas en el penthouse de la Torre Altum, responde a la necesidad de ajustar los estrictos requerimientos funcionales de la empresa a un espacio existente, lo cual implicaba una serie de desafíos proyectuales concretos. La lógica espacial del proyecto partió de la necesidad de diferenciar dos áreas clave para el funcionamiento del corporativo: un área operativa general y una zona que reunía tanto oficinas privadas como salas para juntas.
Estas dos grandes áreas se articularon a través de un núcleo central que concentra los servicios colectivos (área secretarial, sanitarios y bodegas) y cuya estética monolítica contrasta marcadamente con la ligereza y transparencia de las dos áreas principales, estableciendo un singular diálogo formal y cromático con la geometría ondulante de la cubierta.
Por otra parte, el proyecto debía responder de forma acertada a su privilegiada ubicación, que ofrece vistas incomparables de la ciudad de México. Con excepción de la fachada posterior, donde se alojaron los servicios y las circulaciones verticales, el espacio se abre completamente hacia el exterior y establece una intensa conexión visual con algunas de las áreas más atractivas e interesantes del contexto urbano.