Este pequeño conjunto residencial ofrece una nueva cara a la vivienda de bajo costo a partir de la exploración de las posibilidades formales y estéticas de un programa arquitectónico enmarcado en una realidad presupuestaria muy limitada. El resultado fue una serie de diez casas unifamiliares, cuya calidad e idiosincrasia establece una nueva manera de responder al mercado inmobiliario de interés medio.
A partir de un lenguaje limpio y moderno, se crearon espacios amplios y luminosos distribuidos en dos niveles. Las principales relaciones espaciales de cada casa convergen en un vestíbulo de acceso cuya doble altura está coronada con un gran tragaluz que baña el interior del espacio con abundante luz natural. Desde este vestíbulo se accede tanto a la planta alta, donde se ubican el cuarto de televisión y las tres recámaras, como a los espacios principales de la planta baja: oficina, sala, cocina, antecomedor y comedor.
En la zona de entrada se proyectó un muro curvo de concreto que genera accesos peatonales y vehiculares independientes y al mismo tiempo establece un contraste geométrico respecto de los volúmenes principales. En la parte posterior de cada casa, un área ajardinada se integra visual y espacialmente con la sala y con el comedor, fortaleciendo la relación entre interior y exterior.