En el diseño de construcciones industriales y de manufactura normalmente la funcionalidad está por encima de el tema formal, esto debido a factores de costos y sistemas constructivos que optimizan tiempos al ser muchos de ellos prefabricados.
En este proyecto industrial el enfoque fue distinto, se plantearon distintos volúmenes en base a las actividades que se realizan interiormente y de esta manera se enfatizaron diversos elementos haciendo evidente el sistema constructivo, los materiales y su aplicación. Con este planteamiento en el diseño logramos darle a cada elemento y a cada actividad ese diferenciador y ese carácter único dentro del proyecto que por si solo se desprendió de el programa arquitectónico y de sus características.
Cuatro volúmenes son los que conforman este proyecto, en primer lugar un gran volumen blanco de líneas puras que aloja el área de producción, con un corte en la esquina que da la bienvenida a el ingreso de la nave, y que conforma el inicio del proceso de la producción.
Como elemento escultórico central, se planteó la ubicación de unos tanques de acero inoxidable que alimentan de insumos a la fábrica, dando un escenario industrial y tecnológico desde todos los puntos del sitio que hacen evidente el cambio de espacios entre producción y áreas operativas – administrativas, así como de circulaciones vehiculares y peatonales.
Un volumen negro nos acompaña en el recorrido al adentrarnos al área operativa, el cual funge como basamento de un contenedor azul en la parte superior que descansa sutilmente sobre él, mientras un área de jardines secos separa los espacios para darnos la bienvenida a el área administrativa, el cual es volumen de cristal con una envolvente de concreto, que interrumpe su horizontalidad y se introduce a el área de producción.
El juego entre espacios cerrados y abiertos, texturas y colores logran darle a este proyecto un carácter propio generando una sinergia entre los espacios.